La exposición al calor es un factor de riesgo para la salud y la seguridad de los trabajadores.
El propio cuerpo produce calor, que sirve para mantener una temperatura interna constante, en torno a los 37ºC. Cuando el aire es más frío que la piel, el calor se transfiere al aire circundante. Por el contrario, en condiciones calurosas, o de gran actividad física, el organismo tiene dificultad para disipar el calor sobrante en el ambiente. Por ello, se activan unos mecanismos de regulación. Los principales recursos del cuerpo para deshacerse del exceso de calor son:
✅Aumento del flujo sanguíneo a la piel
✅Sudor o transpiración
Un aumento de temperatura interna de solo 1ªC ya puede producir daños para la salud, pudiendo producirse la muerte cuando se alcanzan los 41ºC.
En general, el cuerpo se librar del calor sobrante sin dificultad. Cuando no es así y la temperatura corporal aumenta, se produce estrés térmico. El estrés térmico origina problemas de salud conocidos como trastornos causados por calor.
La persona sufre un golpe de calor cuando fallan los mecanismos de disipación del calor que posee el cuerpo. La temperatura central del cuerpo aumenta y las funciones mentales de la persona pueden verse afectadas, con lo que no podría pedir auxilio y puede incluso accidentarse.
El golpe de calor es una condición muy peligrosa que puede ocasionar pérdida del conocimiento, daño cerebral irreversible y muerte.
Como farmacias Carmen recomendamos siempre resguardarse del sol directo y estar siempre bien hidratado 💦💧